martes, 6 de abril de 2010

Hacia la ontología FUM




El FUM, en tanto que movimiento filosófico serio, tiene la responsabilidad de elaborar una ontología. ¿Cuále debe ser su orientación? ¿En qué medida tiene la obligación y la posibilidad de dialogar con otras ontologías? ¿Cuáles son los criterios para inclinarse por una u otra?

Empecemos por la pregunta de la ontología ¿qué es lo que es? La primera respuesta del FUM siendo coherentes con lo que se ha declarado como el principio esencial del FUM sería 'pura madre'. ¿Es esto una broma? ¿Es acaso posible? Parece nada más que un mal experimento; continuemos pues con este juego horrendo que avergüenza la dignidad de la filosofía.

¿De verdad puede ser que 'pura madre' sea una respuesta a la pregunta fundamental de la ontología? Sólo podremos averiguarlo elaborando la noción de una pura madre, y si es necesario, transformándola hasta que se nos aparezca irreconocible.

Pura madre es una expresión más o menos coloquial, probablemente relacionada con esas cuestiones de la mexicanidad que tanto se han manoseado después de Octavio Paz y que no nos importan un pepino por el momento. Lo que nos toca averiguar es los efectos que tiene el afirmar la pura madre al apropiársela violentamente y obligarla a ser el núcleo del pensar FUM.

Decir 'tal y tal cosa es pura madre' es una negación radical del sentido en que el ente nos es ofrecido inmediatamente. De manera que 'tal y tal cosa es pura madre' se elabora como 'no es tal y tal cosa en tanto que es en tal y tal sentido, sino que es pura madre'. La gracia reside en que decir de una cosa que es pura madre no niega su sentido inmediato para buscar sentidos más profundos. Pero podría objetársenos que en realidad lo que hacemos al decir que lo que es, es la pura madre es reducir el sentido del ser a algo que no dice nada.

Transformemos pues, la pura madre de manera que esto no pueda sernos objetado. Juguemos un rato con las posibilidades semémicas de la expresión pura madre. Por ejemplo, invirtiendo los términos: 'madre pura' en vez de 'pura madre'. Una gran sorpresa nos acabamos de dar, de prosaicos pasamos a convertir la ontología en mariología. Pero no hay que precipitarse; mejor es respasar con cuidado qué puede revelarnos este concepto.

Madre pura, en sentido más radical, es puramente madre, madre sin más, madre en tanto que madre y no en tanto que madre 'de', madre pura es pura matridad. La madre pura nos abre el camino para pensar la matridad en su inmanencia. No pensemos entonces en madre humana, madre animal, madre tierra, ni siquiera en el sentido más abstracto pensemos madre como lo que da nacimiento a algo, pues todos estos caminos nos llevan a pensar la madre como madre 'de' y de esta manera nos es bloqueado el camino para un pensar ontológico.

Entonces: pura madre, luego madre pura, luego matridad. Pensar la matridad, primera tarea de la ontología FUM.

[¿Tons qué, somos serios o no? Discutamos qué pedo]


Plástica









































Un güey: ¿Qué chingada madre es eso? (despectivo) ¿Es tu arte?
FUM: ¡No mames, pendejo, es FUM!

viernes, 26 de marzo de 2010

FUM

Tripas, mis tripas movientes
desde el infierno sólo surgen gases
flatulentos
y qué más podría ser?
el estómago... si no se vacía, explota
Pepsina, enzimas ¡Médicos de
mierda!
azúcar... acción
porque jamás percibí cómo se movían
mis intestino, tan lenta y sutilmente.

FUM

viernes, 5 de marzo de 2010

Manifiesto FUM

En el día 4 de marzo del año 2010 de Nuestro Señor los abajo firmantes nos manifestamos por el movimiento filosófico, artístico, poético, científico y anexas FUM.

Los que nos manifestamos por este excelso y sublime movimiento afirmamos con certeza apodíctica, clara y distintamente, el contenido esencial y absolutamente radical del FUM: Pura Madre.

Partiendo desde la tradición ancestral, desde el Filósofo, pasando por el Angélico Doctor, hasta el Boom, el Crack y el Pschstttt, el FUM se manifiesta como el núcleo esencial y final de toda esta tradición.

El pinche Héctor se fue al baño así que este punto queda vacío.

El FUM es vegetariano y carnívoro; pero evidentemente y de ninguna manera omnívoro; el FUM se manifiesta radicalmente en contra de esa costumbre nefasta y de-cadente que es el omnivorismo. El omnivorismo es de perros y cerdos.

El FUM (que se ha de escribir con mayúsculas SIEMPRE) se inspira en el espíritu del jas, que de ninguna manera ha de pronunciarse como ese amaneramiento de las formas musicales repudiado por el excmo. e ilmo. Theodor Wiesengrund Adorno que es el jazz.

El FUM es cientificista, antipositivista, hermenéutico (y queríamos que fuera místico pero perdimos un piedra papel o tijera).

El FUM no somos nosotros, es mucho más que nosotros y mucho menos que nosotros pero jamás en sentido deleuziano sino gadameriano (porque era un viejito muy simpático). Es EL holon.

Los que afirmamos el FUM somos FUM-istas y autem, que en ocasiones es intraducible, FUM-amos aunque sea pasivamente, mas no creemos en los FUM-adores pasivos, excepto Yaeé y Hugo, que sí existen pero no morirán de cancer por nuestra culpa y quienes digan lo contrario se la pelan al FUM y a huevo (opus est) egomet osea yo mero.

Firmaríamos con sangre, pero nos da asco.
¡Salud!